Lanzarote Fantástica

Lanzarote tiene un paisaje muy genuino. En una isla relativamente pequeña se puede disfrutar de muchas vistas únicas y asombrosas, una singularidad paisajística que también ha servido para impulsar el rodaje de multitud de obras del cine fantástico. Las panorámicas marinas que ofrece el océano Atlántico, las grandes cuevas que alberga la isla, las peculiares tradiciones agrícolas insulares y, sobre todo, los amplios terrenos volcánicos han incendiado los sueños de los cineastas, recreando argumentos que transcurren en otros planetas, rodando épicas aventuras cargadas de imaginación o grabando historias de ciencia ficción en diferentes escenarios naturales. Lanzarote ha sido y es un plató predilecto para el género fantástico del llamado séptimo arte.

En esta ruta planteamos un recorrido por media isla aproximadamente, desde el norte hasta el centro, para conocer localizaciones de grandes obras de cine fantástico, dando la posibilidad tanto de un itinerario de pocas horas, como de otro más amplio. En ambos casos, la recomendación es empezar por la parte más septentrional, en un punto muy representativo: el Mirador del Río. Desde esta obra arquitectónica de César Manrique, artista imprescindible para conocer Lanzarote, se puede ver en todo su esplendor una de las mayores reservas marinas de Europa: el Archipiélago Chinijo, un grupo de 5 islotes en el que destaca la isla de La Graciosa, la única poblada. Para el ojo es un deleite: playas doradas, fondos submarinos paradisiacos, grandes acantilados o antiguos volcanes erosionados junto al mar en una zona que alberga una de las mayores concentraciones de endemismos por kilómetro cuadrado de toda la Unión Europea.

Esta parte norte de Lanzarote es una de las menos urbanizada de la isla porque está muy afectada por la fuerza del mar y el viento. Esas condiciones han hecho que se rueden varias cintas en estos islotes, desde grandes producciones de Hollywood como En el corazón del mar (2015), a películas fetiches del fantástico europeo como la alemana Operación Ganímedes (1977), que tiene bastantes escenas de La Graciosa. Esta cinta alemana fue la primera en recrear una historia de supervivencia postapocalíptica, una variante del cine fantástico que ha tenido numerosos ejemplos en nuestra isla: Más allá del fin del mundo (1978), Animales racionales (1983) o La posibilidad de una isla (2008), entre otras.

El propio Mirador del Río también tiene su historia con el sector audiovisual, ya que aquí se rodaron escenas de Doctor Who, famosa serie de televisión de ciencia ficción inglesa que grabó en Lanzarote, tanto en su etapa clásica como en la más reciente. Además de películas, la isla tiene un buen legado de producciones televisivas relacionadas con el fantástico. De hecho, a pocos minutos en coche también está el Caletón Blanco, una localización costera perfecta para darse un baño si el mar está tranquilo y que recientemente fue escenario de otra serie de ciencia ficción, en este caso una de Netflix: Bienvenidos a Edén.

Del Caletón Blanco nos dirigimos al sur para en 8 o 10 minutos de conducción llegar a dos de los puntos turísticos más espectaculares de Lanzarote: la Cueva de Los Verdes y los Jameos del Agua. Son dos impresionantes espacios naturales que provienen del mismo tubo volcánico (uno de las más largos del mundo), los cuales fueron acondicionados artísticamente en los años 60 del siglo XX para su visita, ofreciendo vistas tan llamativas que más de 10 de películas se han rodado en ellas.

Del cine fantástico podemos citar desde ejemplos más conocidos como La isla misteriosa (1972), con Omar Sharif interpretando la famosa novela de Julio Verne, o Foundation (2021-2022), la popular serie de televisión de Apple TV que parte de la saga creada por Isaac Asimov, a piezas más experimentales, como Fata Morgana (1970), del aclamado director alemán Werner Herzog o Aída (1987), una producción sueca muy especial porque fue el primer musical grabado en la isla, para recrear ni más ni menos que la famosa ópera de Giuseppe Verdi (Aída), aunque usando la isla para ambientar la trama en el antiguo Egipto. Una Lanzarote de faraones.

Para visitar la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua es conveniente reservar entrada previamente, en la web oficial de los Centros de Arte, Cultura y Turismo.

Pasando los pueblos costeros de Arrieta o Punta Mujeres tardamos unos 10 o 15 minutos en coche para dejar atrás el pueblo de Guatiza y luego tomar la desviación en dirección a Teguise, hasta llegar a una localización llamada los roferos de Guenia o también barranco de Las Piletas. En Lanzarote se llama rofero a un tipo de cantera o zona minera que sirve para sacar “rofe”, que son los pequeños piroclastos o cenizas volcánica usadas tradicionalmente para la agricultura. Las extracciones realizadas durante décadas han dado lugar a unas canteras con formas geológicas muy sugerentes, casi surrealistas. La rofera de Guenia es fácil localizar porque está muy cerca del pueblo de Teseguite, justo pegada a la carretera, de hecho, es habitual encontrar coches de turistas o locales aparcados que curiosean por un lugar en el que se rodó Viaje al centro de la tierra (1977). Merece la pena detenerse unos minutos para pasear por esta zona; monolitos, cuevas y recovecos con gran variedad de tonos negros, grises y ocres que le otorgan una estética muy exótica a este espacio.

Siguiendo la carretera en la misma dirección llegaremos en pocos minutos a Teguise, la antigua capital de la isla y uno de los conjuntos históricos más valiosos de Canarias. Con grandes ejemplos de arquitectura de los siglos XVI al XIX, este núcleo ha acogido varios filmes de época y fantasía, como Oro rojo (1978), una película de aventuras dirigida por Alberto Vázquez Figueroa, célebre escritor español, autor de varios bestseller de la segunda mitad del siglo XX, que también vivió muchos años en la isla. Junto a la historia y la arquitectura, Teguise también puede presumir de una muy buena oferta de museos, espacios culturales y restaurantes.

 

Para salir de Teguise tomamos dirección a la Caleta de Famara, un pueblo que se encuentra a unos 15 minutos en coche. Este núcleo costero se ha convertido en una de las mecas insulares del surf y los deportes naúticos por la playa de Famara, la más larga de la isla y una de las más fotogénicas por el gran Risco de Famara, un largo acantilado que domina el horizonte. En estos arenales y aguas retozó Raquel Welch en bikini prehistórico en la película que la convirtió en un icono mundial en los años sesenta: Hace un millón de años (1965). Si le gusta el océano Atlántico en su esplendor Famara es ideal, tanto para los días calmados, que son los menos, como para las habituales jornadas de olas grandes y fuertes vientos. Esos días es siempre mejor tener cuidado con el mar y como alternativa también se puede acercar al pueblo a tomarse algo en los numerosos bares y tascas que tiene.

 

Por último, la zona por excelencia del cine fantástico en la isla es la del parque nacional de Timanfaya y alrededores. Los terrenos afectados por las lavas y las cenizas volcánicas de las erupciones del siglo XVIII conforman el gran plató cinematográfico de Lanzarote. Desde la Caleta de Famara al comienzo de los terrenos afectados por el volcán, en la zona vinícola de La Geria, se tardán aproximadamente 20/25 minutos en coche.

Muchas de las películas y series de televisión nombradas hasta ahora rodaron numerosas escenas en esta área, donde se ubican localizaciones muy paradigmáticas como La Geria, el charco de los Clicos en El Golfo, las salinas de Janubio, Montaña Bermeja, volcán del Cuervo o el islote de Hilario. Enclaves naturales muy especiales, con paisajes que muchas veces recuerdan otros planetas. Geología mítica y belleza única.

 

Son tantas las producciones relacionadas con Timanfaya que hemos creado una ruta específica para esta zona que puede consultar en esta web, de manera que cada visitante pueda elegir qué ver y así ajustar el itinerario total a sus necesidades. Solo para abrir boca: una de las series del genero fantástico más rompedoras de la última década, Black Mirror, grabó un capítulo aquí y dos clásicos del cine de ciencia ficción ambientado en otros planetas también se rodaron en Timanfaya: Krull (1983), con Liam Neeson en uno de sus primeros papeles y Enemigo mío (1985), donde Dennis Quaid sobrevive en un mundo hostil recreado en nuestro parque nacional, que aparecía nevado gracias a los efectos especiales. El cine también ha sido una gran fábrica de sueños en Lanzarote. Casi nada… Aunque en realidad hay mucho más, hasta 31 filmes se han rodado en estas zona de la isla, lo puede consultar en la ruta “Timanfaya: un volcán de cine”.